El error habitual de los hispanohablantes es creer que los acentos franceses corresponden, como en su lengua materna, a los acentos tónicos: ¡nada más falso!
El acento tónico francés es, como lo vimos hace algún tiempo (ver nuestro artículo anterior sobre el acento tónico francés), siempre situado al final del grupo rítmico. Decimos “siempre” porque esta regla no sufre ninguna excepción. En francés, por lo tanto, es inútil señalar la sílaba tónica con cualquier acento.
¿Por qué entonces escribir é, e y ê? Simplemente para señalar diferentes sonidos – diferentes fonemas deberíamos decir. El francés es una de las lenguas mundiales que tiene el mayor número de fonemas vocálicos, dieciséis para ser exactos. Recordemos que los sistemas más frecuentes usan 5 vocales. Dado que el alfabeto latino era limitado, ha sido necesario pues inventar nuevas grafías para señalar ciertos fonemas vocálicos.
La grafía e es pronunciada en principio [ə] : le
la é es pronunciada [e] : été
la è y la ê [ɛ] : père, fête.
Durante la segunda mitad del siglo XX, la [ɑ] posterior, señalada â, prácticamente ha desaparecido a favor de [ä] anterior (en Francia, las personas mayores a menudo siguen haciendo la distinción). La a de date y pâte actualmente se pronuncia de la misma manera.
Por último, algunos acentos, u/ù/û y a/à, permiten evitar una ambigüedad entre homógrafos: por ejemplo ou/où, sur/sûr y il a 2 chats /à midi.
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