En el momento de la crisis de 2007-2008, no sólo las pymes españolas y especialmente las catalanas redescubrieron el mercado francés, sino que a veces descubrieron el potencial del mercado inmediatamente en su puerta sur: el norte de África. Es verdad que estos mercados pueden ser inestables o complicados, pero algunos ofrecen posibilidades reales de desarrollo, en particular el mercado marroquí. A medio plazo, estos países son ellos mismos la puerta de entrada a mercados aún más prometedores: los del África subsahariana.
Sin embargo, nuevamente, estas pymes españolas se dieron cuenta de que la lengua de intercambio que debían dominar era el francés: en el Magreb muy pocos interlocutores hablan inglés, casi todos los países de África occidental y central son francófonos. En resumen, una empresa española que busca proyectarse al exterior, ya sea al norte o al sur, ¡se encuentra con la necesidad de hablar francés!
En España, muy pocas empresas han entendido que la posición geográfica de su país era una ventaja increíble: cabeza de puente de Europa, es el lugar de paso obligado de todos los intercambios entre el continente africano y la Unión Europea. En estas condiciones, dominar bien el francés no es solo una posibilidad, es una obligación.
Finalmente, las empresas españolas tienen una ventaja sobre sus competidores franceses ya establecidos en el continente africano durante mucho tiempo: las heridas de la descolonización a veces no están completamente cerradas y uno puede imaginar que una empresa africana, por razones históricas y culturales, puede a veces preferir hacer negocios con una empresa española.
¡Nuestros cursos de francés en empresas te permiten exportar mejor en África!