He aquí las fiestas navideñas que se acercan: ¿qué sucede de especial en la empresa francesa en este período?
A riesgo de decepcionaros: ¡no gran cosa! No esperéis, por ejemplo, iros un día del trabajo con vuestra cesta de Navidad, como es a menudo la costumbre en España. ¿Pero, al menos, se va al restaurante? ¡Pues no! Es inútil, pues, estresaros, si, de forma particular, queréis reservar una mesa en el restaurante en esta época del año: podéis estar seguros que esto no será un trajín.
¿Y el amigo invisible? me diréis. Tan invisible, en Francia, ¡que no existe! No es en absoluto la costumbre ofrecer un pequeño regalo a sus compañeros de trabajo, de una manera “invisible” o no. Hace algunos años, un francés llegado recientemente a España me preguntaba de una forma abrupta, mientras se preparaba el amigo invisible en su departamento: “¿Qué es esta historia?”. ¿Qué tipo de regalos? ¿Cómo saber cuáles son los gustos de un casi desconocido? ¿Finalmente se revela el nombre del “amigo invisible?”, etc. Su recelo era del todo visible…
¿Por qué hay entonces tan poca actividad en la empresa francesa por las fiestas navideñas? Es que Navidad es esencialmente una fiesta familiar i la cena de Fin de Año está reservada para los amigos. Más allá de estas dos fiestas, ¡el resto no existe! es decir, la empresa i los compañeros del trabajo.
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¡Felices fiestas a todos!