En España, y más precisamente en Cataluña, la pausa en el trabajo a media mañana es un rito compartido por todo el mundo y del cual es difícil prescindir. Hacia las diez y media o las once, los despachos se vacían y los trabajadores se turnan, a menudo en pequeños grupos de 3-4, para encontrarse en el bar como de costumbre. Allí, toman un pequeño bocadillo o un croissant con una bebida caliente (café, café con leche, etc.). Esta pausa dura más o menos 20 minutos. Es el segundo desayuno del día: el primero, que se reduce a una simple bebida caliente, se toma generalmente en casa.
En Francia, no encontrará nada parecido. Por la misma razón que los franceses acaban relativamente pronto su jornada de trabajo (prefieren concentrar sus esfuerzos sobre un lapso de tiempo más corto, ver nuestro post), los franceses trabajan, en principio, de un tirón hasta la comida. Hay que decir también que esto les es más fácil: dado que su comida tendrá lugar entre el mediodía y las 13h (y no hacia las 14h como los españoles), se arriesgan menos a pasar hambre sin tomar un tentempié! En general, los franceses toman un desayuno consistente en casa, se marchan al trabajo, y esperan la hora del almuerzo para volver a comer.
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