En Francia, desde el 1 de enero de 2015, los asalariados expuestos a uno o más factores de penosidad pueden beneficiarse de una cuenta de penosidad. Hasta la fecha, la ley enumera diez factores de penosidad: el trabajo nocturno, el trabajo por turnos alternantes, el trabajo repetitivo que implique la ejecución de movimientos repetitivos, el trabajo en un medio hiperbárico, la manipulación manual de cargas pesadas, las posturas penosas, las vibraciones mecánicas, los agentes químicos peligrosos, las temperaturas extremas y el ruido. Según la Dares (Encuesta Sumer 2010), el 18,2% de los empleados podrían verse afectados por la exposición a estos factores.
Esta cuenta permite a los asalariados acumular puntos que posteriormente podrán utilizar para seguir una formación con vistas al desarrollo profesional o para reducir la duración de su tiempo de trabajo.
Pero la principal ventaja de la cuenta de penosidad es que permite a los empleados afectados jubilarse antes. Cada año de exposición a un factor de penosidad identificado da derecho a 4 puntos; cada año de exposición a varios factores se le otorgan 8 puntos. A partir de la edad de 55 años, los puntos se pueden convertir, a petición del empleado, en trimestres de jubilación, a razón de un trimestre por 10 puntos y hasta un máximo de 8 trimestres. Podrá, por tanto, partir hasta 2 años antes de la edad legal de 62 años.
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